by sarok
Los tiempos y las personas cambian y con ellos la forma de comunicar y relacionarse y la manera de programar actividades culturales. Proximidad es la palabra clave para los centros culturales, hay que trabajar la globalización desde la perspectiva hiperlocal el conocimiento compartido, la inteligencia distribuida… Los espacios públicos se han convertido en espacios híbridos. La creación de nuevos espacios en los que la interacción conlleva una nueva actitud individual, política y colectiva. Una actitud que requiere de mecanismos de autoorganización no jerarquizada alejados de las tradicionales pirámides de decisión analógica[1].
Hay una perspectiva nueva que va de lo local a lo global y de esta a una muy diferente, la dimensión hiperlocal. Es la perspectiva del trabajo en red, lo hiperlocal, nos ofrece la posibilidad de tener un espacio social expandido desde el que podemos lograr una auténtica participación aumentada. Los procesos innovadores no se definen por la adaptación rápida de las nuevas tendencias sino por incorporar nuevos procesos.
[1] Basado en un texto de José Ramón Insa para
http://culturalocal.ning.com
by JuanPedregosa
El escritor Fernando Royuela reflexiona en Babelia sobre cómo palabras de uso común en nuestra cotidianeidad gestora: “líder, excelencia, proactivo, misión, visión, retroalimentación, oportunidad”, son reflejo de una ideología depredadora nacida de culturas tecnológica y económicamente poderosas, etc. El hilo de la argumentación es clásico pero lo más interesante son los ejemplos y comparaciones. Ejemplo: “¿Misión?Sí, Jeremy Irons en las selvas americanas con la música de Ennio Morricone.¿Visión? También; aquel superhéroe de mi infancia con rayos en los ojos para devastar a los malvados” e così via.
Una operación parecida de acoso y derribo, pero creo que desde más dentro del conocimiento del uso real de estas palabras en los contextos productivos (en su caso los de innovación), la propuso
Julen Iturbe en su blog en los términos consultoría, proyecto, gestión del conocimiento, trabajo en equipo.
Instalados después de esto en la duda, como siempre, no nos queda más que estar emplazados a seguir completando el diccionario del project management con nuevas palabras, nuevos ejemplos y nuevas comparaciones y por qué no, empezar por las más rimbombantes: estrategia, proyecto, red.
by sarok
Hoy he realizado mi primera conferencia en Brasil a distancia. Ya he estado en Brasil hablando, pero esta vez ha sido diferente. Usando Skype hemos hablado “portuñol”, esa mezcla de castellano y portugués que es difícil de manejar. El proyecto creafuturos va dando que hablar. Los wikiencuentros van avanzando y los futuros deseables también. Se discute y se habla sobre muchos temas, todos tienen su contraparte positiva o deseable. A veces es complicado pensar positivamente no estamos acostumbrados a hacerlo. Nos cuesta pensar que las cosas pueden cambiar, que pueden ser diferentes.
La conexión ha ido bien, aunque me he dado cuenta de que hablo muy rápido.
by JuanPedregosa

Normalmente, en los trabajos de consultoría se utilizan fórmulas que funcionan y que generan a) documentación b) conclusiones. Se dicen que el consultor que triunfa es quien crea el sistema o metodología que después exprime cual churrero del conocimiento. Pero hay también hallazgos parciales que van más allá de las aplicaciones long run. En un trabajo para una institución, una reconocida colega saca de la chistera la expresión “entornos imaginarios” para definir el posicionamiento de una institución en relación a otras que realizan actividades concomitantes. Me gusta la expresión porque me recuerda a las ciudades invisibles y creo ver que los entornos imaginarios son aquellos que utilizan parámetros de comparación intangibles. ¿Cómo medir la innovación, el prestigio, la innovación, el reconocimiento y cómo crear el camino para alcanzarlos? La respuesta de ella fue que el entorno era imaginario porque los parámetros están siempre sometidos a discusión. Y en efecto, los sentidos, los conceptos que recogen las palabras cambian como el cristal con el que se miran. En un mundo tan pequeño en el fondo como el de la gestión o la consultoría cultural, ¿quién es el que da a estas palabras el sentido exacto? ¿quién dice qué hay de real en lo imaginario?
by JuanPedregosa

Esta palabra fue oída en medio del fragor del taller-curso realizado con directores y dinamizadores de Centros Cívicos. Se hablaba de proyectos, de visiones, de misiones, de valores (¡Dios, cómo pesa la religión!) y el más avispado de los asistentes utiliza el concepto de la impregnación como el modo en que una idea puede integrarse en el conjunto de las acciones que se llevaban a término. En vez de dirigir y tutelar, que es lo que se espera de nosotros en tantos casos, impregnar, dejar rastro que no se va porque al final es capaz de pegar, de unir. Y pensé, no entonces ciertamente, en otra palabra, la capilaridad, que se emplea tanto en América y que es otra manera de hacer lo mismo y después me encontré con otra, con la sociedad polen, igualmente sugerente al sugerir que la aportación más importante de las abejas no viene de la laboriosidad sino de la polinización y por lo tanto de su poder de impregnación y capilaridad. Y en tres palabras, que no son más que tres símiles, una manera de ver las cosas, una visión fragmentada, esquiva, difícil de aprehender, complicada de llevar a cabo pero, claro es y ese es el poder de las palabras, instigadoras.